Y como ya tengo los 16 años y con ello edad para trabajar, mis padres me regalan en mi fiesta de cumpleaños un contrato laboral para trabajar este verano en una empresa.
Y yo ya me veía trabajando en esta mi primera jornada laboral como una observadora de dicha empresa. Como una observadora de su misión, visión y valores, es decir, como una observadora de su cultura empresarial y modo de vivir. Pues en definitiva no podemos olvidar, tampoco yo, que con cada nuevo inicio de contrato laboral deberemos respetar también el contrato psicológico y no escrito que éste lleva adjunto, y por tanto deberemos respetar, como nuestros, los proyectos y costumbres del centro de trabajo. Pensar otra cosa seria añadir innecesarias dificultades que impedirían poder llegar a sentirnos en el futuro debidamente adaptados e identificados con la empresa.
Y en la empresa observé que todos los trabajadores no desempeñaban su trabajo de igual forma: así habían trabajadores por cuenta ajena, trabajadores por cuenta propia e incluso funcionarios públicos en momentos puntuales.
Para contestarme ¿en qué quiero trabajar? deberé trazarme un rumbo concreto y escoger entre; producir o prestar servicios, trabajar en equipo o solo, y entre otras más posibilidades, escoger entre trabajar dentro o fuera de la empresa.
Debemos aspirar a vivir en nuestro mundo de manera armoniosa y adaptada en todos sus ámbitos si queremos lograr nuestra satisfacción.
Según la Teoría de Hersey y Blanchard un trabajador puede pasar por cualquiera de las cuatro situaciones anteriores a lo largo de su vida laboral. Y ello según sea el grado de madurez laboral de saber trabajar, junto con el grado de madurez psicológica de querer realizarlo en ese momento.
Si trabajamos y nuestra actividad reúne las cinco características anteriores, nosotros deberemos firmar con el empresario un contrato de trabajo necesariamente.
Para trabajar en la empresa deberemos ser contratados laboralmente por ella; con o sin periodo de prueba, de forma temporal o indefinida, a jornada completa o parcial, pero con contrato laboral en todo caso.
El trabajador tiene derechos que son obligaciones para el empresario y viceversa, el empresario tiene derechos que son obligaciones para el trabajador. Por tanto las relaciones son recíprocas y bidireccionales.
Si se cometen infracciones laborales se valora que tipo de falta es y la correspondiente sanción debe aplicarse respetando requisitos temporales, formales, y estando en todo momento a lo regulado por la normativa que sea de aplicación al caso concreto.
Como órgano de la sociedad el socio administra, pero como trabajador, en horas laborales se ceñirá a trabajar, y en modo alguno, a aprovecharse de su condición de socio para hacerse valer en todo momento sobre sus compañeros de trabajo.
Por tanto trabajamos para conseguir cosas positivas (dinero, estima, autorrealización…), evitando las negativas (accidentes, enfermedades…).
Si representamos la jornada laboral ordinaria del trabajador como el círculo de polen central de la flor, claramente vemos que los pétalos son la horas que alargan dicho periodo (horas complementarias y extraordinarias), y las ondulaciones en sentido inverso a cada uno de los pétalos de la flor, son como mordiscos a la corola de la misma que disminuyen la jornada laboral del trabajador o trabajadora (como serían los descansos en jornada continua, las vacaciones, los permisos, las fiestas y los descansos semanales, entre otras posibles situaciones).Para poder cumplir nuestro objetivo de conciliar adecuadamente nuestra vida en todos sus ámbitos, tanto el laboral, como el personal y el familiar, debemos tener una jornada laboral que fomente nuestro adecuado disfrute en cada una de ellos. Debemos tener tiempo para todo.
Los representantes de los trabajadores son puente de unión entre el empresario y los mismos trabajadores. Y en nuestras empresas puede existir al mismo tiempo, tanto la representación sindical, como la colectiva unitaria.
Un tipo de representantes de los trabajadores que se encargan de los temas de prevención de riesgos laborales, son los delegados de prevención, los cuales son elegidos de entre los delegados de personal o miembros del comité de empresa. Estos delegados de prevención solo realizan funciones de representación (consultar, proponer, controlar…), dejando las labores de evaluar los riesgos laborales y confeccionar el Plan de PRL, a otro colectivo más específico; los Servicios de Prevención.
Los conflictos son situaciones en que hay desacuerdo entre dos partes porque los intereses, necesidades o posiciones son o se perciben como incompatibles. Los conflictos laborales pueden ser individuales, plurales o colectivos, y solo ante estos últimos podemos recurrir a la huelga para intentar solucionarlo.
Por tanto si nos preguntamos cómo podemos solucionar los conflictos laborales, deberemos tener en cuenta que extrajudicialmente, tal y como consta a la parte izquierda de la imagen, tenemos que podemos negociar, si solo van a intervenir los afectados en el conflicto, o podemos ir a la conciliación, medicación o arbitraje, si interviene en la solución un tercero ajeno al conflicto laboral. Pero si vamos a solucionar el conflicto laboral yendo a los órganos judiciales, tal y como se nos muestra a la derecha del gráfico, deberemos interponer nuestra reclamación tras estudiar cuál es el juzgado o tribunal competente en dicha solución.
Viendo la gráfica anterior interpretamos que el triángulo es la empresa. Los vértices del mismo son algunas de las micro variables de su entorno más cercano que le pueden afectar, y estamos hablando de los clientes, los proveedores, los intermediarios y la competencia. Mientras que, las variables del macro entorno que le influyen a mayor distancia, pero no por ello menos importantes, son entre otras, las crisis económicas o los cambios de los gustos de los consumidores. Con todo esto, y siendo como es la empresa un sistema abierto, dicha apertura al exterior se representa con las seis flechas de ida y vuelta que se trazan en los espacios abiertos de cada uno de los tramos del perímetro del triángulo. Y claro, el empresario, para poder adaptarse a los cambios que el entorno y su propia entidad puedan ir sufriendo, podrá servirse de la normativa que regula estos casos, y así, y entre otras, podrá acordar las correspondientes modificaciones, suspensiones y extinciones de las relaciones laborales de su plantilla, tal y como hemos referido anteriormente.
Y viendo a la izquierda del dibujo la ruptura de un contrato de trabajo que extingue la relación laboral de un/a trabajador/a, automáticamente se activa la obligación de la empresa de calcular, debidamente, y en todas sus partes, el correspondiente finiquito o último recibo de pago que deberá realizar al trabajador/a que va a romper o ya ha roto su relación laboral con ella.
El proceso de orientación personal y profesional debe ser un proceso con sus distintas fases, y no una acción puntual, y además debe ser cíclico, al estar constantemente sometido a evaluación y consiguientes revisión. Por tanto este proceso de orientación personal y profesional no puede ser una única acción puntual con sus consiguientes consecuencias, tal y como se dibuja a la izquierda de la anterior figura, sino que debe ser todo un proceso circular, cíclico y adquirido como hábito, tal y como se dibuja en la derecha de la figura anterior, en donde la evaluación y la vuelta a empezar se realizará sistemáticamente.
Y así, siendo el símbolo central de dicha imagen una flecha que simboliza el trabajo y energía que debemos poner en nuestro proceso de orientación personal y profesional, y siendo de ella, la recta de la flecha, la zona que representa ser el momento previo de reflexión y análisis, dejamos a la parte final puntiaguda de la misma, la misión de simbolizar la acción final de salir airoso en los procesos de selección en los que participemos, la misión de simbolizar el acertar y encontrar nuestro puesto de trabajo ideal y la misión de simbolizar finalmente el mantener nuestra mirada en una sistemática evaluación para ver si vamos o no por el correcto camino.
El análisis DAFA O FODA nos sirve para analizar las Debilidades y Amenazas que negativamente nos afectan, o las Fortalezas y Oportunidades que positivamente nos influyen. Estando las debilidades y fortalezas en nuestro propio interior, y las amenazas y oportunidades en el entorno nuestro.
