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diumenge, 26 de desembre del 2021

Relato corto: 'Los Nariz Pegada'

 




Todos iban corriendo de un lado a otro y me acordé del cuento ‘Alicia, en el país de las maravillas’. Miré a mi derecha y a mi izquierda sin vacilar, pero no vi ni gato, ni conejo alguno, ni menos reina alguna que me hablase gritando como una loca ¡Que extraño! Pensé.

En la esquina de esa misma calle, vi una hilera de personas inexpresivas que guardaban distancia exacta para adentrarse a un gran estadio y sus ojos delataban gran preocupación ¿Qué estará pasando? Me pregunté.

Sobrepasé caminando el estadio. Pensé que lo mejor era preguntar a algún policía, si es que coincidía, y de dicha forma saciar fehacientemente mis repentinas dudas, pero no pillé a ninguno por la calle.

Apresuré mi paso, y de repente me di cuenta de que no me acordaba a dónde iba. Ir debía ir a algún sitio, tal vez a mi casa ¿Mi casa? Y un gran hueco se abrió en mi estómago. Inspiré y con el poco aire que me entró en los pulmones proseguí mi camino a un destino de no saber a dónde.

Era agosto y mucha gente de la que conmigo se cruzaba llevaban media cara tapada con una mascarilla ¡Qué raro!

Me acordé de Pedro. Le dije un día que le iba a poner bozal como a los perros para que callase, y se enfadó. Otro día le dije que era un ‘animal’ y se enfadó más. Lo que estaba observando era todo un poco muy raro. Veía personas con bozales paseando a sus perros, que a pierna suelta, mostraban sus dientes sin obstáculo alguno. Me parecía estar en ‘El mundo al revés’.

Los que llevaban mascarilla, sudaban lo que no estaba escrito y nadie de los que la llevaban se la quitaba. Otros sin embargo, con cara de orgullo, iban caminando tranquilamente sin ella.

De repente se cruzó conmigo un transeúnte con nariz de Pinocho y mascarilla acoplada. Me hizo pensar que no era de fiar. Me di la vuelta para verle mejor y entonces me percaté de su rabo y grandes orejas ¡Al menos las gomas de la mascarilla no le saltarían fácilmente! No pude controlarme. Sonreí.

Los que no llevaban mascarilla inspiraban y expiraban profundamente de manera acompasada. Sus rostros eran distintos. Tenían nariz despejada, ojos enérgicos y semblante de gran satisfacción.

Sentí malestar, y provocando gran abertura en mis dos orificios nasales, intenté inhalar todo el aire que me rodeaba ¡Qué raro! Y sentí ahogo.

Y caminando, caminando, pasé por un bar. Las mesas estaban muy separadas, y por mesa, pocos eran los comensales que recogía. Sin duda, dichos negocios no podrían hacer el agosto con tales clientes, nunca mejor dicho, me dije a mis adentros.

Hasta ese momento no me había dado cuenta, pero nadie fumaba. Ni en los coches, ni en las calles ni en las terrazas de los bares y restaurantes, ni dentro de los mismos, y en dicho momento agradecí la gran fuerza de voluntad que tuve para dejármelo. Mejor. Lo que no es bueno hay que abandonarlo pronto. Tampoco estaba comiendo chicle. Con lo que siempre me ha gustado masticarlo. Me toqué la boca, ¡Y voilà!, en ese instante descubrí que, sin duda, yo también estaba llevando bozal, quiero decir, yo también estaba llevando mascarilla.

Volví a tocar la mascarilla y me pareció de tela. Y de repente tuvo un deseo desbordado de ver mi rostro.

Me vino a la cabeza el móvil.

-¡Igual si me hago un selfi!

Rebusqué en mis bolsillos en busca del móvil o de mi cartera. Esperaba encontrar información sobre mí ¿Quién era yo? ¿A dónde debía ir?

¡Los míos! Pensé con nostalgia ¿Llevarían mascarilla? ¿De tela? Y me dio mucha angustia. Igual tendrían rabo, orejas de burro y larga nariz, y el verlos me produciría gran vergüenza ajena. Inspiré como pude y proseguí. Mejor será no detenerse en nada, decidí.

Y caminando, caminando, pasé por supermercados, farmacias, estancos, panaderías y un sinfín de comercios más. Los clientes hacían fila fuera. Todos con distancia de seguridad y mascarilla. Y los que no la llevaban, entraban directamente sin pedir turno. ¡Qué raro parecía todo! Era como si un nuevo criterio de división de clases existiera, y ello me hizo más que pensar.

Estaba anocheciendo. Debía descansar y coger fuerzas para seguir buscando a los míos el día siguiente. Así que saqué del bolsillo de mi pantalón mi móvil, mi cartera y me senté en un rebanco del parque en el que me hallaba. Necesitaba explorar con detenimiento la información que allí constaba, y poder saber quién era yo. Sí, yo, y el hueco adormecido de mi estómago nuevamente se despertó.

Observé la foto sin mascarilla de mi DNI, un pasaporte adicional que ponía que el 31 de agosto tendría inmunidad y un billete de 50 euros ¿Inmunidad? ¿Inmunidad contra qué? Cogí mi móvil y busqué la dirección de mi casa. La leí y me levanté. Pero inmediatamente me senté. Me hice el selfi y me mire ¡Caramba! Me creía más joven.

Estaba desaliñado. Me repeiné con la mano el pelo y me bajé unos segundos la mascarilla. Estaba nervioso. Tenía la boca y garganta seca. No podía ni tragar. Me hice nuevo selfi, y abriendo la boca, inspiré nueva bocanada de aire mientras miraba el selfi de mi móvil, y justificadamente la boca sin poder cerrarse se desencajó.

- ¡Madre del amor hermoso!

Exclamé en voz alta. Tenía la nariz pegada. Los orificios de la misma estaban casi sellados ¡Malditas mascarillas! Seguro que ella es la causante de tanto mal. Seguro que hace mucho tiempo que la llevo. ¿Y los demás? ¿Estará toda la gente igual? No, toda no, porque los que iban sin ella no tenían la nariz pegada, que bien contentos iban sin ella.

Mi casa estaba a 10 minutos así que me levanté para disponerme a averiguar, esa misma noche, quién era mi familia.

Aún no había dado dos pasos, cuando vi una discusión entre los viajeros de un bus de la ciudad que estaba parado en el arcén. Parecía que estaban discutiendo para que los jóvenes se pusieran, de una vez por todas, las mascarillas, en caso contrario, parecía ser que los echaban del bus. Prueba de ello eran los dos jóvenes que estaban fuera del autobús profiriendo incesantes y claros insultos, al tener sus mascarillas bajadas cubriendo sus barbillas.

Seguí apresurando mi paso, cuando choque con un grupo de chiquillos que huían corriendo intentando no ser alcanzados por dos, ¿astronautas?, sí, astronautas diría yo, que encarecidamente y como si se les fuera la vida en ello, perseguían acaloradamente a los chiquillos.

-¡Poneros las mascarillas!

Repetidamente les pedían los astronautas.

Lo que estaba pasando debía ser serio.

Me paré un instante para observar a mi alrededor, y me percaté de que todo se movía con rapidez. Niños corriendo entrando juntos a las casas, como quién hace un delito, como quién no quiere ser visto. Ciclistas pedaleando sin parar en ambas direcciones, algún que otro coche circulando con pasajeros mascarillados, y como media docena de corredores ataviados con pasamontañas, que aprovechando el final del día, intentaban equilibrar su cuerpo, y alma, diría yo ¿O eran ladrones? También podía ser, y de repente mi vista focalizó gente inmóvil. ¡Qué raro! Volví a mirar, y con más detenimiento pude explorar una larga fila de gente de nariz pegada recogiendo comida de una furgoneta. Los mozos que la repartían, en cada entrega ponían sello a un cartón que cada uno que pedía portaba en su mano.

Torcí la esquina y la imagen de la plaza que se me ofreció era más que dantesca. Aquello parecía el resultado violento, aunque no sangriento, de una batalla campal. Parecían las ruinas de un atentado certero contra la humanidad, ya que de manera desordenada y sin respetar medida alguna de distancia social, la gente se aglomeraba sentada en el suelo dibujando intermitentes grupos.

Bordeé la plaza. Unos grupos lloraban. Otros mal respiraban. Muchos realizaban RCP a los demás, y en la puerta del Hospital se atrincheraba en horizontal un fila de astronautas que hacían triage a primera vista para poder asistir a los que lo necesitaban, sin que aquellos grupos transformaran el acceso del edificio en una indeseable cuello de botella.

Algo pisé.

Miré al suelo, vi que la calzada estaba toda adornada de insalubres mascarillas y corrí como pude aguantando el aire por no inspirar en aquel lugar más de lo necesario.

Correr tan deprisa parece ser que me desorientó. Atravesé varias calles. Un estadio de fútbol. Una plaza de toros. Y algún que otro teatro, discoteca y pub. Los carteles que leía sin parar los tenia inmortalizados en mi retina ‘Cerrado hasta nueva orden’ ¿Nueva orden de quién? ¿De los astronautas? ¿o serían ovnis? Y entonces me percaté de que no había visto ningún miembro que perteneciera a ‘Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado’.

- ¡Eh, tú! Sí, tú.

- ¿Yo?

- Ven aquí.

Y al acercarme, sentí un gran golpe en mi cabeza y perdí el conocimiento.

Desperté a la mañana siguiente. Estaba tumbado en el suelo y rodeado de cuatro personas mascarilladas que con ojos avispados me miraban fijamente.

- ¿Jorge? Te llamas así ¿Verdad? Aún no tienes la inmunidad ¿Lo sabes? Te falta poco. Si sales solo por ahí, corres mucho peligro. Tienes riesgo de que te roben la mascarilla y que inmerecidamente seas carne de cañón para todos. O que te roben los papeles y que debas volver a la casilla de inicio, solicitar nuevamente turno y ponerte el último en la lista de espera.

- ¡Silencio todo el mundo!

Y pusieron en la radio, las ‘malas’ noticias que diariamente eran dadas. Se hablaba de rebrotes, contagios, muertes, confinamientos, estado de alarma, ingresados en uci, colapso sanitario, desescalada, pandemia, vacunómetro, crisis sanitaria, curvas, olas, repuntes indeseados, pcr, vacuna, inmunidad, virus, restricciones de movilidad, desempleo, pobreza, transmisión por aerosoles y, entre otros muchos vocablos más, nueva normalidad. Y nadie cuchicheaba nada. El silencio era infernal, las caras de una seriedad dantesca, y sin poderme controlar, empalidecí y nuevamente perdí la consciencia.

***

Sonó el despertador y me levanté. Caminé asustado, como temeroso de algo que no sabía qué era.

Me fui al baño y lo primer que hice fue observar detenidamente mi rostro.

Me vi joven y en plena forma.

Tenía la sensación de que algo me había pasado la noche anterior. Que iba a pasarnos algo terrible en nada, y los recuerdos de lo soñado me produjeron como un vacío ahora redoblado en el estómago y corazón.

Me puse la ropa de deporte y salí a correr.

Eran las siete de la maña y la ciudad lentamente empezaba a despertar.

Se veían ciclistas haciendo deporte y distintos corredores que, al igual que yo, iniciaban enérgicamente su día.

Los autobuses de la ciudad circulaban por sus trayectos con total normalidad. Los pasajeros disfrutaban de sus viajes leyendo o escuchando música o radio con sus auriculares.

Nadie gritaba, ni nadie era perseguido por nadie.

No había ningún cartel anunciando cierre de ningún establecimiento, y el día se anunciaba espléndido.

Me quedé atónito cuando llegue a la plaza. Ni rastro de aquella explanada de grupos convalecientes en busca de los primeros auxilios sanitarios. Y un par de policías pasaron por mi lado realizando su labor matutina de control.

¡Era un día perfecto!

Volví a casa y me duché. Almorcé copiosamente unas tostadas con tomate y aceite y un café con leche y me vestí para ir a la Universidad.

Todo estaba como siempre. Grupos de jóvenes saludándose efusivamente con abrazos, besos y choques de manos. Parejas cogidas de la mano y algunas de ellas dándose efusivas muestras de afecto con besos e inocentes caricias.

En la Universidad los corredores estaban llenos de gente como siempre.

Se oían conversaciones alegres que se sobreponían a risas desinhibidas, y aunque eso era lo habitual en minutos anteriores a comenzar las clases, aquello me produjo una inusual inquietud.

Sabíamos ya de la existencia de un desconocido virus, pero todos queríamos mirar hacia otro lado.

Los medios de comunicación nos habían estado informando desde hacía ya un tiempo, pero no queríamos aceptar el riesgo que nos acechaba.

El virus es invisible y está no se sabe dónde. Lejos. Seguro que está muy lejos y es muy poco probable que venga a nuestro encuentro.

Eran días de confusión. De incertidumbre.

Empezó la clase de Microbiología. Nuestro profe vino ataviado con bata blanca, guantes, una mascarilla quirúrgica y un micrófono distinto al de todos los días. Se había traído un micrófono diadema con una mini batería recargable que llevaba como un sobre cinturón de sus pantalanes.

Parecía un científico loco con sus rizos desaliñados. Loco y torpe, pues la mascarilla le nubló uno de los ángulos de visión y con el pie izquierdo se pisó los cordones desatados de su zapato derecho y casi se rompe los morros contra su mesa.

Nosotros no nos reímos. Yo no sé qué estarían pensando mis compañeros, pero en mi caso, tenía unas ganas inmensas por escuchar cómo iba a comenzar la clase.

La empezó un poco distinta. Su voz graciosa y altanera, al utilizar el micrófono, se había convertido en más grave y carrasposa.

Nos dijo que igual era la última vez que nos íbamos a ver en mucho tiempo. Que un temible enemigo nos acechaba. Y nos dijo que nos pusiéramos la mascarilla que a cada uno nos había dejado encima de nuestro pupitre.

Nos miramos con recelo, pero así lo hicimos. Muchos esperaron a que se avanzaran sus compañeros y copiaron el protocolo de ajuste de las mismas.

Nos dio instrucciones de cómo íbamos a trabajar online para en el caso de que no regresáramos a las clases presenciales en todo lo que quedaba de curso. Que debíamos ser fuertes, constantes y disciplinados y seguir trabajando pese a todo pronóstico en contra.

Haríamos videoconferencias. Sin duda, muchas de las empresas también tele trabajarían. Mejor tele trabajar que cerrar puertas. Nos explicó que íbamos a vivir una crisis sanitaria que traería consigo una crisis económica sin precedentes, todo ello derivado de una pandemia vírica contra la cual deberíamos luchar.

La puerta del aula y todas sus ventanas estaban abiertas. Había fluida corriente de aire en todo el habitáculo. Aun así, nuestro profesor no se acercó a nosotros en toda la sesión lectiva. Nadie lo volvió a ver más. Dijeron que se puso enfermito. Que se contagió.

Al salir de la Universidad todo eran cuchicheos por doquier. En torno a este tema los había incrédulos y precavidos. Yo me encuadraba en este último grupo, pero intentaba distraer constantemente mi mente por no obsesionarme.

Quedé con mis amigos para salir, pero antes fui a comprar y a visitar a mi familia.

Me acerqué por casa de mis abuelos y me despedí de ellos con un fuerte abrazo y muchos besos. Como siempre hacíamos, pero esta vez con más efusividad. Y lo hicimos en silencio. Dialogando con nuestras miradas de corazón y con las ganas de que todo lo que estaba por venir fuera un mal sueño.

Nos íbamos a enfrentar a lo desconocido. Y al igual que antaño hacíamos en las ‘olas de frío’, me aprovisioné de comida y demás enseres a fin de estar abastecido con todo lo que pudiere necesitar. Y por si pasaba algo, compré con desmesura; jabón, gel hidroalcohólico, guantes desechables, lejía, harina, levadura y más papel higiénico que de costumbre.

Por la tarde salí con los amigos. Nos fuimos a tomar unas copas y a bailar a la discoteca. Tenía el corazón encogido. Observaba todo cuanto me rodeaba con gran atención, intentando memorizar todos los detalles ¡Era muy previsible que la escena no se pudiera repetir en mucho tiempo!

Aproveché todo instante posible, como lo haría aquel que sabe que no va a tener ningún mañana más.

Nadie sacó el tema del maldito bicho.

Estuvimos hasta las tantas de juerga. Todo eran risas. No queríamos pensar. Como si el mundo se fuera a terminar, aprovechamos hasta el último segundo de diversión.

A la madrugada cerramos el bar. Como buenos clientes. Como solíamos hacer. Estuvimos comentando cuáles eran nuestros planes de futuro. Cómo y dónde nos gustaría vernos de mayores ¡Qué raro todo! Fue una salida genial, como cuando no planeas nada y todo te sale bordado, cómo cuando sospechas que se avecinan cambios y te aferras al presente, como no podía ser de otra manera.

Todos éramos sanitarios y aquel día fue el último en el que todos estuvimos juntos.

Andrea fue la primera que desapareció. La pilló a pie de cañón y lo hizo con las botas de enfermera puestas y unos rudimentarios equipos de protección individual. El bicho la cogió desprevenida.

Juan padece secuelas persistentes que le merman diariamente su calidad de vida. Se está atemperando como puede a su nueva normalidad.

Ana y Esther actualmente están trabajando en el seguimiento de mutaciones y variantes del virus e investigando nuevas vacunas para obtener inmunidad de rebaño.

Los demás, seguimos en las trincheras. Trabajando en cuerpo y alma.

Desgraciadamente hemos visto morir a mucha gente, pero con el esfuerzo de todos, seguimos manteniendo intacta la esperanza de que todo esto se acabará pronto.


Inma Aparici Sancho

Atribución - No Comercial - No derivadas (CC BY-NC-ND 4.0)

Fuente imagen: Bitmoji

dimecres, 30 de juny del 2021

Relatando con el registro propio de nuestra Familia Profesional



Una actividad creativa con relatos, es escoger una temática de nuestro currículum y redactar con el registro propio de nuestra Familia Profesional.  Así, si a cualquier grupo de la Familia Profesional de 'Textil, Confección y Piel' les pidiéramos que relataran sobre resolución de conflictos, seguro que utilizarían vocablos como; 'repasarse todas las orillas, repuntarlo todo bien o no dejarse nada embastado'

Si relatáramos sobre la 'muerte' en un Ciclo Formativo de Peluquería, l@s chic@s podrían escribir, entre otras muchas posibilidades, alguna cosita como la que reproduzco a continuación: 

'el que se ha ido (del contexto anterior se desprende que se ha ido porque se ha muerto), no es que no se podrá cepillar ya más el pelo, lo peor será que se le acabaría la posibilidad de ver qué cabellera hubiera lucido en su vida. Que igual se le hubiera podido hacer larga y canosa y morirse de viejo o vieja, o haberla lucido con cepillados atrevidos haciendo en el mundo lo que selectivamente hubiera querido' (De la narración 'Una Mirada al Pasado').  

¡La propuesta está servida! ¡Los límites nos los ponemos nosotros! Por de pronto se me ocurre, entre otras muchas más, utilizar este registro de nuestra Família Profesional para presentarnos de una forma original en el mismo proceso de búsqueda de trabajo o, ¿por qué no?, aprovechar esta forma de relatar desde  la mismísima apertura de nuestro proyecto empresarial.


Fuente imagen: ' todofp.es'


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dissabte, 8 de maig del 2021

Nuestro ebook 'Desorden Laboral' (Colección de relatos cortos)

Con nuestro ebook 'Desorden Laboral', podemos trabajar algunas situaciones concretas de esta temática, ya que el mismo, consta de una recopilación de siete relatos cortos, y a cada relato, le siguen sus correspondientes actividades. En esta Colección trabajamos; la discriminación de la mujer, la procrastinación, las redes sociales, el contenido de nuestro currículum de FOL, el mobbing, el techo de cristal y la huelga.




Adjunto enlace para su descarga:

https://drive.google.com/file/d/1iLRlevneL_Dky-PRLI2UmpgXfLWpEvAK/view?usp=sharing

dijous, 30 d’abril del 2020

'Los LIMPIABOTAS en Visual Thinking'

Durante este tiempo de confinamiento contra el Covid_19 he estado visualizando las frases de la narración 'Los LIMPIABOTAS' y he pensado que nos viene genial aprovechar estos recursos para trabajar el pensamiento visual mediante una actividad de aula.

En realidad se trata de un ejercicio muy fácil de visual thinking que se puede realizar en una sesión de clase, y  el mismo puede ser trabajado de dos formas distintas:

a. O visualizando la frase previamente dada, 
b. O presentando la imagen para que la misma sea vinculada con la correspondiente frase. 

TAREAS A REALIZAR
PRIMERO
Presentamos las 15 frases 
de la narración
  ordenadas de forma inversa
 de la decimoquinta a la primera.

15.-'El auténtico valor que tenemos nos lo dará quién nos rodea'.
14.- 'Nunca podrás brillar por fuera, si no lo haces también por dentro'.
13.- 'Para brillar con luz propia, no tienes que sobresalir sobre los demás, sino sobre tu mismo'.
12.- 'Par brillar no es necesario que apagues la luz de quién tienes al lado'.
11.- 'Optimiza, mima y potencia lo que nos sirve, llenando los huecos que nos hagan falta'.
10.- 'Si no tienes limpios tus zapatos, por mucho que los pulas nunca brillarás'.
09.- 'Para mantener el brillo de tus zapatos hace falta talento y talante. Hacen falta ideas y corazón'.
08.- 'Para coger buen lustre en los zapatos siempre mantendremos la forma y el color adecuado'.
07.- 'No dejes que nadie eclipse tu brillo'.
06.- Busca donde puedes brillar, busca tu intensidad y brilla con luz propia'.
05.- 'Con la huella digital estamos hablando de pisadas, grabadas perpetuamente en la nube de internet'.
04.- 'La mayoría de los pedidos que tiene el zapatero son para cambiar las chapitas de tacón. Claro, para otras reparaciones mayores, igual es mejor comprar zapatos nuevos'.
03.- 'Si queremos causar en los demás una buena impresión, siempre deberemos cuidar nuestros zapatos'.
02.- 'Unos zapatos brillantes son un accesorio esencial y deben conjuntar con la vestimenta'.
01.- 'Calzar los zapatos limpios es necesario en cualquier ocasión'.
@InmaAparici
Narración #LosLimpiaBotas
#EduNarraLab
SEGUNDO
PARA VISUALIZAR 
 Hacemos los recortables 
que nos servirán para ir asociándolos 
con las distintas frases. 
TERCERO
PARA VINCULAR
Presentamos las imágenes 
que nos van a servir de complemento 
(ordenadas también a la inversa).



 Y ya solo queda decidir, si visualizar o vincular 
las imágenes con sus correspondientes
 frases.


Atribución-No Comercial- Compartir Igual (CC-By-NV-CA)
Imágenes de fuente propia.


dimarts, 28 d’abril del 2020

CORTO RELATO SOBRE EL COVID_19



¿Cómo la coronación del COVID_19
pronosticó su inicio y su extinción? 

Os cuento:
https://pixabay.com/es/photos/corona-virus-m%C3%
A1scara-mundo-pandemia-4971013/

Coronado a traición
ostentando una gran arma letal,
viajó por todo el mundo
infectando a todo el personal.

Colapsó hospitales,
originó crisis y
vetó libertades,
intentando destruir nuestras vidas... 
sin conseguirlo... ya que...

Desde ese diciembre... 
todos acordamos...
 hermanarnos para erradicarlo_

Y así fue,
 como todos a una (1)
y al ritmo de una novena (9),
 lo desterramos de nuestro querido Planeta.

Inma Aparici Sancho
@InmaAparici




dijous, 19 de març del 2020

'Coloreando y Contando la PRL'

Como PROFE de F.O.L., en el último Erga FP 107 del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (@INSST_MTES) hemos compartido un MAPA VISUAL que sintetiza todo el PLAN DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES, así como el concepto de 'LOVE WORK' con unos de nuestros micro relatos.

Enlace a la publicación:

https://twitter.com/InmaAparici/status/1234968960128475136?s=20

Imágenes:

Fuente: Inma Aparici Sancho
Mapa Visual del PPRL
#vtfol #vt #fol

Fuente: Inma Aparici Sancho
#EduNarraLab #narraciónUMP
'Una Mirada al Pasado' < Love Work

Para Fideuet el trabajar era tan fantástico que se imaginaba yendo a pescar pececitos de colores, que parecían elegantes mariposas que nadaban ... '...y Fideuet les contaba a los jóvenes alguna anécdota relacionada con la pesca de los peces imaginarios, donde en sus relatos parecían mariposas coloreadas que milagrosamente nadaban por el río en vez de volar ¡Todo lo que relata era fantástico...'

dilluns, 16 de març del 2020

'EL SERENO' - UMP y OFICIOS


Seguimos ‘Contando y Coloreando el Mundo Laboral’, y para ello os invitamos a que juntos retrocedamos al año 1954 y posteriormente realicemos la actividad del final de este post.

Nuestro propósito es que reflexionemos laboralmente sobre temas de seguridad y salud del pasado, y todo ello lo relacionemos con nuestro presente y nuestro futuro.

¿Cómo lo vamos a hacer? Como mejor sabemos, contando y coloreando nuestras temáticas, en este caso, compartiendo seis cachitos laborales.

En efecto, ‘Seis Cachitos Laborales’ es nuestra nueva colección, que como su nombre indica, está compuesta por media docena de cortos relatos que nos van a mostrar, desde antiguos oficios, hasta Tribunales de antaño, pasando por desaparecidos equipos de protección o métodos de trabajo en altura, tal y como lo presentamos en el siguiente trailler:


Vídeo-Presentación -‘Seis Cachitos Laborales’ extraídos de la narración ‘Una Mirada al Pasado’ -UMP-

¡Y empezamos con el primer cachito! Y lo vamos a analizar, tal y como nos lo muestra el siguiente vídeo, viendo el trabajo que hacía nuestro querido sereno de antaño. Ello nos parece necesario e imprescindible para seguir avanzando laboralmente. Y así, de la mano del Ti Sereno y su Capità, vamos a trabajar ‘Los Oficios y su Ciclo de Vida’.

Fuente: Inma Aparici


El Sereno’, de la Colección ‘Seis Cachitos Laborales’ de la Narración ‘Una Mirada al Pasado’ -UMP-

ACTIVIDAD A REALIZAR.
Si eres joven, probablemente te es desconocida la figura del Sereno ¡Ello es normal! Actualmente estamos en una sociedad líquida con constantes cambios y avanzamos a un ritmo vertiginoso. Continuamente estamos leyendo sobre los trabajadores del futuro y sobre los knowmads, pero para avanzar correctamente y evitar errores cometidos, en modo alguno debemos olvidar y enterrar nuestro pasado.

En la actualidad conocemos oficios extinguidos, oficios en declive, oficios en transformación, oficios emergentes y oficios aún por crear. Lo mismo ha pasado, está pasando y pasará con sus correspondientes riesgos y patologías laborales, y la reflexión está servida. Por todo ello, os pedimos que busquéis información, y propongáis, oficios que se encuentren en cada una de las anteriores situaciones, asociando sus principales riesgos y patologías laborales.

+iNFO
#EduNarraLab #narraciónUMP 
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dilluns, 9 de març del 2020

HISTÒRIA VALENCIANA 'UMP'


Narració 'Una Mirada al Passat' - UMP 
              de Inma Aparici

'Aquesta narració està dedicada als que mantenen viva la transmissió oral de la nostra història i tradicions'


Entre una barreja de realitat i ficció, a la nostra narració 'Una Mirada al Passat', tenim recollits trossets de la història i tradició valenciana de l'any 1954, alguns dels quals, amb molt de respecte i il.lusió, hem decidit compartir-los en el blog del nostre poble; 'Blog d'Història d'Aielo de Malferit'. 


Esperem vos agraden!

Fuente: Inma Aparici
#narraciónUMP


- 'Les Perolades'.

https://historiadeaielo.blogspot.com/2020/01/una-mirada-al-passat-les-perolades.html?spref=tw


- 'La Font de l'Eixample'.



- 'Les dones eren com pepitotes d'or'.

Autora: Inmaculada Aparici Sancho.

dimarts, 31 de desembre del 2019

NUEVA NARRACIÓN - UNA MIRADA AL PASADO - UMP.

Terminamos el 2019 compartiendo este post, pues nos hemos propuesto empezar el 2020 analizando y trabajando contenido laboral escrito en nuestra narración 'Una Mirada al Pasado'(UMP) #narraciónUMP

Como siempre, seguiremos utilizando el formato de pequeñas píldoras #EduNarraLab para que podamos más fácilmente utilizarlas en el aula + Información

Gracias por vuestro tiempo y seguimos 'Contando y Coloreando el Mundo Laboral'


¡Feliz año 2020!

Atribución - No Comercial - Compartir Igual (CC-By-NC-SA)

dijous, 12 de setembre del 2019

HEMOS PUBLICADO EN LIBRO NUESTROS 'CuEnToS del MuNdO LaBoRaL'



Acabamos de publicar nuestros 'CuEnToS del MuNdO LaBoRaL' en LIBRO. Mil gracias a todos y a #tulibrodeFP, pues sin todos vosotros esto no hubiera sido posible.  Por mi parte muy contenta de poderlos compartir, y recordad que sirven para #FOL y  #FP , para  #ESO #BACHILLER y #GRADOS, para  #TUTORIAS y #PLAN LECTOR, y como no, también sirven #PARALAVIDA.


El Libro se puede adquirir al siguiente enlace:



dijous, 16 de maig del 2019

Nuevas Dinámicas #EduNarraLab del Mundo Laboral

Recientemente, y a raíz de nuestro trabajo, hemos creado dinámicas para leer y escribir con nuestras temáticas laborales. 
Fuente: Pixabay

En dichas dinámicas podemos encontrar desde rimas, adivinanzas y acertijos, hasta acrósticos y paradigmas laborales, estando todas ellas recopiladas y compartidas en este blog (caligrama, poema Dadaísta y Cadáver Exquisito), como en la siguiente Lista de Reproducción de nuestro Canal de YouTube (resto de recursos):

https://www.youtube.com/playlist?list=PLeCPbVf0PNzejPLC2ZUjkkLR3RxIatAWt

El objetivo es trabajarlas con nuestro alumnado y CREAR, CADA CURSO ESCOLAR Y EN EL AULA, nuestro LIBRO #EduNarraLab de Educativas Narraciones Laborales. Porque entendemos,que estos recursos son pequeñas píldoras educativas que enlazan emoción y aprendizaje, facilitando el proceso y posibilitando aprender de otra manera. 

¿Os animáis?...

Comparto enlace de fichas seguimiento de lectura de nuestros CUENTOS DEL ML y seguimiento escritura de narraciones laborales por parte de nuestro alumnado:

https://docs.google.com/document/d/1n9G3ji-jWcYJ2tTVMwQwT03yD1vDUm9e-_ljy6LB7ak/edit?usp=sharing


Y listamos posibles recursos para confeccionar nuestras propias fichas ;-)

1.Adivinanzas.
2.Acertijos.
3.Relatos con pictogramas.
4.Rimas.
5.Storytelling con cartas.
6.Anagramas.
7.Paradigmas.
8.Acrósticos.
9.Comparación, símil y analogía.
10.Concepto versus concepto.
11.Fraseando (un tema, conceptos, el dibucedario...)
12.Poema dadaísta para componer sin racionalidad.
13.Cadáver Exquisito en grupo para escribir sin racionalidad.
14.Micro relatos.
15.Simbología.
16.Caligramas.
17.Palabras o frases mnemotécnicas.
18.Cartas escritas.
19.Relatos.
20.Y nuestros cuentos.




 Fuente: Inma Aparici

Atribución - No Comercial - Compartir Igual (CC-By-NC-SA)

dilluns, 29 d’abril del 2019

MNEMOTÉCNICA y MEMORIA

Lo confieso, actualmente la palabra mnemotécnica que sigue en mi cabecita es 'FISESOESAUTO', la cual viene a representar las cinco necesidades de 'La Pirámides de Maslow' (fisiológicas, de seguridad, sociales, de estima y de autorrealización).


¿Cuál es la tuya?...

Atribución - No Comercial - Compartir Igual 
(CC-By-NC-SA)

By Inma Aparici Sancho

       @InmaAparici

dijous, 25 d’abril del 2019

Escribiendo sin racionalidad

¿Y por qué no crear con total libertad? ¿Por qué no desobedecer lo racional? 

¡Pues sí. Vamos allá! Y para ello recordamos dos técnicas con las que también podemos trabajar nuestras temáticas #EduNarraLab del Mundo Laboral, y ello de una forma mucho más distendida, pues van a fomentar nuestro pensamiento lateral. 

Por su contenido desinhibido son aconsejables llevarlas a cabo; o bien a final de trimestre o ante el cambio de bloque temático a trabajar.

Fuente: Inma Aparici

Se tratan de dos técnicas para escribir dejando de lado cualquier tipo de control racional. Y en efecto... estamos hablando del 'CADÁVER EXQUISITO' y del 'POEMA DADAÍSTA' ... ¿Verdad que os suenan?...

El CADÁVER EXQUISITO es un juego de palabras. Es una técnica que fue usada por los surrealistas en el año 1925, en donde un grupo de personas juegan a escribir (o dibujar) una composición en secuencia, escribiendo por turnos en una hoja de papel. En nuestro caso, el que escribe un párrafo de temática laboral seguidamente lo debe doblar para cubrir parte de lo escrito, y después lo pasa al siguiente jugador para otra colaboración. 

El  POEMA DADAÍSTA también es manifestación de un movimiento cultural de principios del siglo XX, concretamente de 1916. Es anti arte provocador, caracterizado por su rebeldía en contra de los cánones literarios establecidos. Se trata de un sistema de composición que aúna palabras, letras y sonidos, provocando un producto carente de sentido. En nuestro caso se buscarían en un periódico unas diez palabras de temática laboral, las recortaríamos, luego las pondríamos en una bolsa, las removeríamos y las pegaríamos sobre un folio según vayan saliendo escogidas al azar.

Y ya podemos imaginar la originalidad de ambos resultados ¡Creatividad a tope!

dilluns, 15 d’abril del 2019

LIBRO #EduNarraLab

'Cuando alguien cuenta alguna historia a los demás, al mismo tiempo, se está educando a sí mismo' (anónimo).

¡Y empezamos a crear NUESTRO LIBRO #EduNarraLab de aula!!!. 

Este va a ser nuestro formato indispensable para el archivo de los distintos recursos trabajados de Educativas Narraciones laborales; cuentos, relatos, poesías... 




Fuente: Inma Aparici

Listado de recursos:

1.Adivinanzas.
2.Acertijos.
3.Relatos con pictogramas.
4.Rimas.
5.Storytelling con cartas.
6.Anagramas.
7.Paradigmas.
8.Acrósticos.
9.Comparación, símil y analogía.
10.Concepto versus concepto.
11.Fraseando (un tema, conceptos, el dibucedario...)
12.Poema dadaísta para componer sin racionalidad.
13.Cadáver Exquisito en grupo para escribir sin racionalidad.
14.Micro relatos.
15..Simbología.
16.Caligramas.
17.Palabras o frases mnemotécnicas.
18.Cartas escritas.
19.Relatos.
20.Y nuestros cuentos.

- Enlace al listado de recursos #EduNarraLab" de nuestro canal:



¡Os esperamos!!!